Te ha pasado? Empezaste a organizar todo mucho antes, cuidaste perfectamente de cada detalle, al final gastaste de más pero valía la pena.

Tenías mil ideas hermosas pero alcanzaste a hacer sólo el 40% de todo. El mismo día se te olvidó sacar los detalles que ibas a repartir. No te dió tiempo de hacer los juegos.

No tomaste fotos porque estabas ocupada sirviendo la comida. Al final te diste cuenta de que ni te fijaste si tu hijo estaba disfrutando de verdad su cumpleaños.

Al parecer, nadie se dió cuenta de que pasaste 150 horas haciendo los souvenirs y te trasnochaste varias veces, y aunque dijeron: "gracias!" no se notaba muy sincero que digamos.

El viento voló todos los centros de mesa. Después de eso pasaste varios días con una sensación triste de que mejor no haces en tu vida otra fiesta. Te ha pasado?

A mí sí. En la primera que hice y en las ya-perdí-la-cuenta que siguieron. Pero cuando:

  1. Te das cuenta de que nadie sabe ni remotamente todo lo que querías hacer, sino que ve todo lo que hiciste, la presión baja muchísimo. Y si tu hijo te dice que fué el mejor día de su vida, al final eso es lo que de verdad importa. Uno suele perder el rumbo, pero céntrate en cuál es la verdadera razón por la que haces esa fiesta. Es para darle a tu hijo el mejor día de su vida, o para tratar de complacer a todos?
  2. Si abarcas más de lo que puedes hacer, tal vez no será el mejor dia de la vida de tu hijo ni el tuyo. O pide ayuda a alguien que sepa administrar mejor el tiempo, o haz algo sencillo pero donde te asegures que no estarás corriendo de un lado a otro. Establece prioridades, y a partir de eso estructura lo demás. Por ejemplo: Es importante tomar fotos y video? contrata o asigna a aguien, o si tu lo vas a hacer personalmente, asegurate de estar desocupada para poder hacerlo.
  3. Importantísimo: Cuando estás preparada para que todo NO salga EXACTAMENTE como lo imaginabas en tu cabeza, que hay imprevistos, lluvia, cosas que se salen de control, personas que te quedan mal, y un largo etc,

Pero que aún así el mundo no se acaba, igual se puede celebrar, igual todos se divirtieron, igual se partió el pastel, igual tu hijo estuvo con sus amigos, céntrate en todo lo que si salió bien y verás que eso es la vida, ella hace lo que quiere y está en nosotros que nos lleve por delante o montar esa ola y disfrutar cada momento que nos ofrece.